miércoles, 28 de mayo de 2014

DE CORAZÓN A CEREBRO



Hasta aquí hemos llegado querido amigo. Llevo toda la vida haciéndote caso y, seamos sinceros, no me ha ido nada bien. Acuérdate por ejemplo de Francisco, o de Juan, o de Luis. Eran perfectos, con trabajo, de buena familia y me esperaba un futuro con ellos, pero ¿qué pasó? pues que faltaba la chispa, me faltaba sentir algo con ellos. Fracasos amorosos uno tras otro y al final el que sufre soy yo. Sé que vales mucho y eres competente para muchas cosas pero, a partir de ahora, en temas del amor mando yo.