martes, 6 de mayo de 2014

TENGO GANAS DE TI

Tengo ganas de ti, de té o café. Tengo ganas de ti, de moverme o permanecer quieta. Tengo ganas de ti, de contenerme o desbordarme. Tengo ganas de ti, de hablar y callar. Tengo ganas de ti, de ir y volver, de luz u oscuridad. Tengo ganas de ti, de ser o no ser. Tengo ganas de ti, de encontrarte o abandonarte. Tengo ganas de ti, cada día, cada hora. No solo en el parque, en el momento de sacar a los niños, sentadas bajo los árboles. Y observar, despacio, sosegadamente, el perfil de tu rostro apoyado suavemente en tu delicada y pálida mano. Atrapadas en estos corsés, en los que la sociedad nos condenó a vivir. Te amo y te odio, porque lo nuestro no podrá ser. Porque con tu rechazo me condené. Y ahora, no descanso en suelo sagrado. Solo vago por este parque esperando cada día, cada hora, el momento de verte aparecer