jueves, 22 de mayo de 2014

LA BÚSQUEDA 2

El abuelo me contó la historia del Milagro y me aseguró que se había hundido no muy lejos de nuestra casa, así que esa noche salí a comprobarlo. Cogí una linterna y me dirigí a la cala. Desde ella podría ver el barco... si realmente aparecía. Al llegar allí me sentí un poco tonto, pero hacía una noche tan agradable que decidí disfrutar de ella. Llevaba un buen rato mirando al mar cuando me pareció ver una sombra sobre el agua. Una nube caprichosa ocultó en ese momento la luna y tuve que forzar la vista para descubrir qué era aquello. Aún esperando su aparición no pude evitar maravillarme de la visión del bergantín surcando las aguas. Y allí, en el puente de mando, el capitán del Milagro y la capitana del Delfín unidos en un eterno abrazo. Sus ojos me miraron y sentí una profunda tristeza y, a la vez, la alegría de saber que el amor puede vencer a la muerte.