jueves, 20 de noviembre de 2014

ANIVERSARIO


Hans dejó transcurrir el tiempo. Por fin, se levantó de la silla con un suspiro, abrió la puerta de su casa y se dirigió lentamente hacia el río. El banco estaba vacío y se sentó en él. Dirigió la mirada hacia su mujer y esperó pacientemente a que acabara de cantar la cancioncilla de cumpleaños. Después se incorporó, la cogió dulcemente de la mano y, mientras se quitaba una lágrima de la cara, la acompañó de nuevo al hogar.