sábado, 15 de marzo de 2014

EL AMANTE DE LA LUNA

Un aroma a café recién hecho la despierta de su sueño. Piensa: "ummm, está haciendo café, ha debido ser una noche fantástica y me lo va a agradecer con un desayuno de esos de películas de cine americano". Le narraría entonces su sueño. Un extraño e irracional sueño donde él la ataba a la pata de la cama como a una simple perra. Y le contaría que lo escuchó aullar a la luna mientras ella reprimía sus lágrimas de impotencia, recordando que esa tarde habían visto juntos La Bella y La Bestia y que por un momento, solo por un momento, creyó que él no era humano en realidad, sino un lobo, un ser monstruoso enamorado de la luna y que ellla solamente era el banquete de sacrificio para ella, la dueña y señora de su cuerpo y de su mente. El olor a café se hace más nítido de repente mientras piensa, y aparece la silueta de un hombre en la habitación. "Perdóname,_ se habla mentalmente la silueta_, perdóname" Ella abre los ojos y se incorpora. No está tumbada sobre el colchón. Se halla atada a la pata de la cama con una gruesa cuerda, sin poder apenas moverse unos milímetros para respirar. Un grito atrona en la habitación medio en penumbras y la oscuridad regresa a la mente de ella, esta vez para siempre, para hacerla olvidar...