Quien no lo ha sufrido no puede imaginar lo fuerte que son las ataduras que unen a un maltratador y su maltratado. No son ataduras físicas pero son mas duras y fuertes que cualquier cuerda. Amenazas, insultos y vejaciones que nos convierten en victimas, en seres completamente anulados. Nos convertimos en personas sin vida, sin palabra, sin nada. Sólo nos quedan esas ataduras que hacen que veamos a nuestro verdugo como nuestra única salvación. Desde aquí y desde donde pueda siempre gritaré ¡NO AL MALTRATO! Denuncia al maltratador porque no estás sola…
