domingo, 20 de abril de 2014

EL REGALO

La playa se encontraba abarrotada. Niños y mayores tomaban el sol, retozaban con las olas, leían en sus hamacas... El caza sobrevoló bajto. _Objetivo a la vista, objetivo a la vista. _¿Todo en orden, Teniente? _Sí, Capitán. La playa está llena como todas las Semanas Santas. _Perfecto. Suelte la carga, entonces. El teniente apretó el botón rojo y un millón de globos ,de todas las formas y colores, surgió de las entrañas del avión de guerra. En la playa todos saltaron a cogerlos. Eran preciosos. Risas y peleas entre ellos por coger los globos más grandes y más coloridos. _Misión cumplida, Señor. _Gracias, Teniente. Vuelva a la base antes de que los globos estallen. Allí estará a salvo. En la playa el júbilo se convirtió rápidamente en estertores de muerte. Los globos estallaban al entrar en contacto con la arena y un gas letal iba surgiendo poco a poco del interior de sus colores.