sábado, 5 de abril de 2014

CAFÉ L'AMOUR

El libro se encuentra abierto junto a dos tazas de café casi vacías y un croissant a medio morder. Unas risas sin malicia, las miradas cómplices de unos ojos que se buscan y una felicidad marcada en sus caras, las delata. La fiesta del Charlestón en el populoso Café L’amour, había sacado lo mejor de ellas, pero nada de lo que tanto ansiaban se haría realidad. Era una época injusta, odiosa y temible para los amantes furtivos. A pesar de todo, ellas son fuertes. Siempre lo han sido. Una caricia disimulada junto a una caída de párpados; un suspiro como muestra y un escalofrío como respuesta; susurros al oído que suenan a eterna pasión; un beso que se escapa. El escándalo no va con ellas, son más fuertes que todo lo que les rodea, sólo vale su amor, su pasión, su dolor. Nunca en público, siempre en la intimidad, aunque algún día volará por encima de todo el poder de su devoción. Un Te quiero contestado por un Yo tambien. Una sonrisa de felicidad y un adiós cargado de congoja. Se van de la fiesta sintiéndose heridas en el corazón, pero con la certeza de saber que pronto se entregarán la una a la otra. Abandonan su rincón con la certeza de amarse por siempre y marchan por caminos separados llevadas del brazo de sus maridos.