martes, 22 de abril de 2014

EL COMETA

La radio anunció la llegada del cometa a la Tierra para las tres y media. Alberto aguardaba, expectante con los prismáticos de su abuelo y sus gafas 3D robadas del cine. El cometa iba a llegar de un momento a otro y Alberto aguantaba la respiración. El Centro Comercial tiró los cohetes justo en el momento adecuado. Las tres y media, se abrían las puertas, comenzaban las rebajas y un millón de globos de colores surgieron de las puertas de cristal del grandioso complejo. Alberto miró perplejo al cielo. No vio el cometa, solo un montón de inútiles globos que le taparon las visión del alucinante momento mágico que ya nunca se produciría en el Planeta Tierra. Y lloró y prometió a los cielos su venganza cuando creciera....