lunes, 9 de junio de 2014

ESTA NOCHE





Amiga Selene, una noche más, aquí me tienes, tu fiel compañera de confidencias nocturnas que siempre se quedan entre tú y yo... ¿Cuántas veces me habrás escuchado mis pesares? Ya perdí la cuenta de tantas veces que fueron, pero siempre me escuchaste. Mira, hoy tenemos compañía, esa pareja disfrutando del romance que tu brillo produce, tratando de acercarse más a ti, ¡qué tiernos se les ve! Muchas veces te he dicho que no te sientas menos valiosa de no tener brillo propio, pues de hecho los momentos más dulces, los más romanticos, ocurren contigo, únicamente junto a ti... Me pregunto qué confidencias comparten esos tórtolos de ahí, si prestas atención tú Selene, seguro podrás escucharles, pero seguirán siendo un misterio para mi, pues no me los dirás, eres demasiado buena amiga, como para traicionar su intimidad. Viéndolos, recuerdo aquella vez que guardaste en secreto mis caricias y sentimientos con aquella persona, ¿lo recuerdas? Seguro que sí, no se te escapa una, aún mantengo ese momento como un tesoro en mi alma, noche perfecta, en la compañía de ambos... Cada vez que hablo con él, antes de reunirme contigo, si le noto triste le recito una frase que leí para animarle, en la cual te mencionan "Después de todo, no estamos tan lejos... Tú y yo, vemos la misma luna, ¿cierto?". Tu consigues que siempre me sienta cerca de él...
Lo siento, lo sé, te entristecí al decir que no se te escapaba una, pues soy consciente de que también estas condenada a ver como suceden malas fortunas y no puedes hacer nada por remediarlo, pero, amiga mía, creo que aunque sea difícil, es mejor que te apoyes en lo bueno y hermoso, brilla plena todo lo que puedas y saborea cada caricia y cada beso robado, empápate de esos amantes nocturnos... es mi consejo de amiga. Ahora debo marchar, pero tranquila, mañana volveré para hacerte compañía. Te adoro mi fiel amiga, sigo en pie gracias a ti, no lo olvides... Juana Acosta Longás