domingo, 22 de marzo de 2015

CHOCOLATE



El régimen sigue prohibiendo comer chocolate en el pueblo. Este estado dictatorial impuesto por el presidente diabético nos causa verdaderos quebraderos de cabeza. Hoy Aurelia se ha escapado otra vez por la reja rota de la casa de Pandora. Se cree que al vestirse de negro va a pasar desapercibida en la oscuridad de la noche y que no la van a ver los drones que vigilan las fronteras. Es la tercera vez que lo hace. Y hoy las cámaras han captado por fin el acto delictivo.
Su pálida mano ha salido nítida en la imagen. Se ha pintado las uñas también de negro en un intento de ocultarse de la luz. Pero sus dedos asiendo el churro y la taza blanca inmaculada nos han dejado claro que Aurelia no va a dejar de incumplir la norma más importante de nuestro gobierno.
Vamos a tomar las medidas oportunas. Mañana, cuando la luz del sol ilumine nuestro pueblo, todos los ciudadanos contemplarán a Aurelia patalear en el aire, mientras su lengua se hincha y cuelga de su boca pecadora. Su ejemplo, esperamos, cause el efecto esperado y ningún ciudadano vuelva a romper las reglas y se escape al pueblo vecino a tomar una taza de chocolate.