sábado, 20 de diciembre de 2014

SUEÑO



El libro de Verne sobre un tal capitán Nemo debería esperar otro día a ser finalizado. Estaba cansado, muy cansado. Poco a poco se le fueron cerrando los ojos y se quedó dormido mientras el tomo resbalaba de sus manos y caía al suelo. Su perro, Ishmael, emitió un pequeño gañido por el susto mientras Ahab empezaba a soñar...