sábado, 25 de julio de 2015

DONDE LOS CABALLOS SUEÑAN




   Existe un lugar donde al caer el sol y con las primeras luces de luna, el mundo conocido se convierte en algo distinto. Allí la fiesta y la alegría se desbordan a orillas del más azul y cristalino de los mares. La música proviene de las criaturas nocturnas que invaden la blanca arena llenando de gozo hasta el más recóndito rincón.
   En ese lugar, en el sitio donde las manadas de caballos liberan sus espíritus y cabalgan felices entre las olas, fue donde te conocí, donde me enamoré y donde perdí mi corazón.
   Entre relinchos, trotes y aroma animal, la melosa cadencia de las ondas del agua y el sabor de tus besos, nunca regresé entero  mi hogar, pues en el lugar donde los caballos sueñan, yo desperté para encontrar en tus ojos la perdición.

  No diré nada más, tan solo un “te quiero”,  que el infinito sabrá entregar a la princesa de mis desvelos y que ella guardará para olvidar.