sábado, 18 de julio de 2015

BAILE


Cuando Mary acabó de bailar, sudaba. La sonrisa en los labios, el pecho subiendo y bajando. Cerró los ojos, el paraguas y regresó a su mundo.

Bertie esperó un rato más por si acaso y salió desde detrás de los setos que le habían ocultado. Se acercó hacia el improvisado escenario y empezó a recoger todas las notas musicales que había en el suelo. Cuando no le cupieron en las manos se quitó su sombrero y las puso allí. Cuando acabó giró su cara hacia donde había desaparecido, una vez más, la niña. Se rascó una mejilla y extendió, sin darse cuenta, el hollín hacia su barbilla.