martes, 29 de marzo de 2016

REFLEJO


Sueño, y en mis sueños veo cómo me desdoblo, cómo emana de mí una imagen como un reflejo; pero cuando me fijo en él, descubro que no es un reflejo exacto, más bien es un reflejo roto, que hace justo lo contrario a lo que yo hago. Si yo me levanto, él se acuesta, si yo ando en una dirección, él se dirige hacia la contraria; mientras yo permanezco en el suelo, él flota junto al techo. Le miro fijamente, con el cejo fruncido, y él me mira sonriente, como conocedor de mis pensamientos. Y entonces una duda me asalta, ¿es contrario a mí... en todo?
Si yo diera limosna a alguien, ¿Él le robaría? Si yo tratara de salvar a alguien, ¿Él le mataría? Si yo amara a alguien, ¿Él le odiaría? Entonces recuerdo que ese ser ha salido de mi interior, y me estremezco. Noto como el odio me sobrepasa, y trato de lanzarme contra él, pero mis limitaciones físicas se hacen dolorosamente palpables, y caigo como un peso muerto.

Despierto con un sobresalto en mi cama, y al recordar mi sueño, comienzo a temblar; porque aquella réplica, no era en realidad un ser extraño. Aquel ser también soy yo. Y eso me aterra.