miércoles, 3 de febrero de 2016

PRIMAVERA



Ya casi no quedaban huellas del devastador encuentro de aquel enjambre de cometas con el planeta. La vida vegetal, especialmente los enormes árboles, la especie dominante en el planeta, cubrió las heridas y restauró la vida en todas sus formas. Como cada millón de años, la polinización interplanetaria había tenido éxito, y en esta primavera cósmica nueva vida se abría camino desde los brotes de los árboles/madre.
Las criaturas ya estaban construyendo sus viviendas de los propios restos de los capullos donde fueran gestadas. En esta nueva vida de carne y hueso ponían sus esperanzas los grandes bosques, para que cuando ya su recuerdo fuera polvo, estos hijos suyos, a los que llamarían humanos, cuidaran de las nuevas generaciones de vida por venir y prepararan todo para la próxima polinización.

Así el siguiente planeta, el planeta rojo, también rebosará de vida como el segundo y el tercero...