martes, 2 de febrero de 2016

EXPECTATIVAS


—Vaya —exclamó para sí mismo—, creía que esto solo pasaba en las pelis...
Se agachó y recogió la botella. Le costó un poco, puesto que estaba semienterrada en la arena. Se la llevó a la altura de los ojos y la agitó ligeramente, como si quisiera comprobar que realmente allí había un papel... La miró con curiosidad, con una ligera sonrisa en los labios.
Con la mano libre fue tirando poco a poco del tapón, con cuidado, sin prisa. Finalmente salió. Se llevó la boca del recipiente hasta su nariz y aspiró profundamente. Olía a misterio, a curiosidad, a anhelos. Inclinó la botella sobre su mano vacía y dejó caer el contenido sobre ella. Lo desenrolló y justo cuando empezaba a leer el texto, empezó a nublársele la vista, no conseguía enfocar.
Levantó la mirada y vio cómo, mientras silbaba una alegre cancioncilla, un pequeño tipo de orejas puntiaguda y de color verde se alejaba por la orilla de la playa.

Por mucho que intentó chillar, no consiguió que sus gritos escaparan del interior de la botella.