miércoles, 10 de junio de 2015

FINAL AZUL



Y en el momento preciso las nubes se apartaron para dejar espacio a la Luna. Aquella Luna Azul lo invadió todo. El mundo se volvió Azul. Los árboles se tornaron azules y el río se cristalizó, volviéndose Azul.
En el puente se agolpaban, con sus móviles, todos los habitantes de la ciudad. Inmortalizaban la escena insólita. Subían las fotos a las redes sociales, sin darse cuenta de que en todo el mundo ocurría lo mismo. Cada ser se creía único, cada personaje pensaba que su foto era única.
La red se bloqueó y las líneas telefónicas murieron. Allá en el espacio, muy cerca de la Tierra, los satélites que daban vida a la humana tierra, perdieron el norte y volaron en dirección al vacío oscuro de la nada, convertidos en chatarra Azul.
Mientras, en el puente, seguían apretados miles de seres inteligentes contemplando las aguas de su gran río. Ahora no eran turbias ni descendían apretadas, con fuerza. Su transparencia permitía contemplar a las rocas nítidas de su fondo, a los siluros que serpenteaban entre ellas buscando carroña acuática para sobrevivir. Descubrían sus ojos tortugas gigantes nadando entre sus limpias aguas; si, esas, que un día divirtieron como estúpidas mascotas a sus hijos y, que al hacerse grandes, fueron arrojadas al río, sin remordimientos.
El nítido color que pintaba la escena también coloreó los rostros de los seres humanos. En un segundo se volvieron azules, espectrales. En dos segundos se subieron todos a la baranda, como zombis guiados por una mano invisible. En tres segundos se arrojaron a las cristalinas aguas del río Ebro. Fueron arropados por ellas. Fueron engullidos por ellas. Fueron devorados por ellas. Los siluros sonrieron ante la presencia de tanta carne muerta. Un regalo de los dioses para ellos, caído del aire absurdo.

En el resto del planeta otro tanto ocurría. Hasta que las nubes regresaron de nuevo para ocultar a la Luna.
 La mañana amaneció radiante en la ciudad. Solo sonidos naturales. Solo el trino de los pájaros. Ningún sonido humano brotó a partir de entonces del Planeta Tierra.