jueves, 16 de abril de 2015

HUÍDA





El viajero salió corriendo del puente, pero no con la suficiente rapidez; la onda expansiva le alcanzó, derribándole. Inmediatamente se enderezó, y conteniendo el aliento miró hacia atrás. Suspiró aliviado al ver que sus grotescos perseguidores habían quedado convertidos en piedra, como él esperaba; criaturas como esas no podían existir en un mundo tan simple.
Se levantó, sacudiéndose la tierra de la ropa, y miró a su alrededor; el portal había quedado cerrado. Tenía que buscar otra puerta para volver a casa.

—Bueno —musitó sonriendo con picardía—, una temporadita en el mundo real será relajante; al fin y al cabo, con poderes o sin ellos, sigo siendo Loki.