viernes, 6 de diciembre de 2013

TARDE DE DOMINGO

Ni siquiera recordaba en qué momento había decidido ir a aquel museo. Llevaba horas atravesando pasillos y salas, leyendo carteles, letreros y demás etiquetas. ¿Por qué estaba allí? Ah sí…mi madre, una vez más me había organizado la tarde del domingo. Debía de tener muy mala cara porque uno de las personas que trabajaba allí se me acercó y me indicó cómo terminar con aquella tortura “sigue los cartelitos que cuelgan con la palabra EXIT y en cinco minutos llegarás a la puerta”. Miré mi reloj y seguí sus instrucciones. Se equivocó, necesité 6 minutos y medio para encontrarla. Aunque estaba cansadísima me paré a mirar las figuras que había junto a la puerta haciendo una fila. Eran cuatro estatuas de la diosa Sehkmet sentada y una niña muy tiesa. Mal plan, encontrarse con la diosa Sehkmet sólo significa una cosa para mí. Me acerqué a la niña y le pregunté qué museo era este. Levantó la cabeza para mirarme y se rió tapándose la boca. Fue suficiente, me fui hacia la puerta y salí de allí o mejor dicho volví a entrar en mi habitación.