viernes, 29 de noviembre de 2013

SECUENCIA EN COLOR MORADO

Secuencia en color morado Planta decimoquinta: -¡Jorge, ayúdame, por favor! Mis dedos ya no resisten más, hace mucho aire… ¡Me voy a caer! Jorge la observaba indeciso… Por un lado, sentía deseos de extender sus brazos y socorrerla, por otro, no. Quería vengarse de ella y de sus compañeros de oficina. ¡Le habían hecho sentirse tan ridículo! Planta decimocuarta: -¡Paloma, ven a la ventana! ¿Ves lo mismo que yo? -¡Son la piernas de Lena, seguro! ¿Qué hace ahí la muy gilipollas? ¡Va a perder los Manolos morados que le regaló el jefe! Mmmm, también lleva las braguitas esas tan monas, las negras de encaje…Qué suerte tiene la muy p… -¿Qué hacemos, llamamos a alguien, o qué? -Pues va a ser “o qué”. ¿A quién se lo decimos primero, al jefe o a Jorge? Las dos compañeras de trabajo se miraron y quedaron pensativas, sin saber qué hacer. Entrada del edificio: -¡Jefe, mire hacia arriba! Un zapato morado impactó en la cabeza del gerente causándole una herida sangrante con el fino tacón. -¡Los Manolos morados! La muy imbécil, seguro que le ha contado lo nuestro a su novio… -Jefe, ¿llamamos a los bomberos? -¡Menuda tontería, caerá antes de que lleguen! Vámonos, llego tarde… Se despertó de un sobresalto. Se había quedado dormida encima del ordenador. Aún conmocionada vio cómo Jorge entraba en su pequeño despacho: -¡Cariño…mmmm, qué guapa estás! ¿Qué es lo que me querías decir esta mañana? Parecías tan preocupada… -Nada…nada, no me acuerdo, sería una tontería Lena dio unas cuantas pataditas a la caja de zapatos y la escondió bajo de su mesa… Se dijo que las braguitas le apretaban un poco y ya no se las iba a poner más y en cuantos a los Manolos morados… Ya se le ocurriría algo…