miércoles, 25 de mayo de 2016

PUNCHOS



Al atardecer del último día los encontró. Brillaban en el ocaso de la tarde. Se acercó a uno de ellos y le susurró las palabras mágicas que había guardado en el interior de sus sueños.
Uno de ellos despertó.
-¿Qué buscas, humano?_dijo, con voz trémula. Sonó como un trueno en la tormenta.
_Puncho, os quiero vivos. Sois mi ejército. Avanzaremos y volveréis a reinar en este mundo como lo hicieron vuestros ancestros.
El Puncho Mayor sonrió y despertó a sus congéneres.
-Duerme, humano. Llega la noche y estás agotado. Yo te arroparé.
Sin darle tiempo al hombre a reaccionar, Puncho se replegó y abrazó al humano.
Un aullido se escuchó en la tundra y todos los punchos del planeta despertaron de su sueño de años.