miércoles, 1 de junio de 2016

LOSEMOSE


Lo primero que vio el cowboy al volver en sí, fueron cactus.
—Unos centímetros más allá —pensó—, y ahora tendría que volverme a afeitar.
Se levantó despacio, sacudiéndose el polvo, y miró a su alrededor; su caballo bebía tranquilamente en un riachuelo cercano. El cowboy recogió su sombrero blanco, y se le acercó, mirándole molesto.

—Que sea la última vez que te pones a hacer cabriolas mientras canto lo de "I'm a poor lonesome cowboy", ¿me oyes, Jolly Jumper?