miércoles, 10 de septiembre de 2014

LAS CASITAS DE COLORES



Se mueven. Las casitas oscilan ante mis ojos. Me sonríen y yo les devuelvo la risa con cara de idiota. Me invitan a bailar y yo me mezclo en el parque con ellas.Danzo alrededor de sus cuerpos, babeo y canto.
A lo lejos se escuchan los sonidos estridentes de unos coches. Los ignoro. Me lo estoy pasando divinamente, bailando con las casitas de colores.
De repente algo me arrastra. Unas garras monstruosas de color negro me atenazan. El monstruo que me acecha ha regresado. Es blanco, como el habitante de las montañas, allá en el Tibet.
Y yo lloro, pataleo, me retuerzo. No quiero alejarme de mis amigas, las casitas de colores....

Me he despertado con dolor de cabeza. Estoy tumbada en una camilla estrecha y no puedo moverme. Un ser borroso se acerca a mi rostro y me mira con una linterna. Oigo su suave voz lejana pero clara:
_Responde, ¡vaya susto nos has dado! No vuelvas a escaparte y menos después de tomarte la medicación. Has asustado a todo el barrio...
Yo la miro con cara de espanto, recordando:
_¿Dónde están mis amigas? ¿Por qué no me dejáis ir con ellas?