Esta es la noche. Mi noche. Tu noche. Vas a
llegar envuelta en el misterio que ansiabas, traspasando el umbral del deseo de
tu corazón. Serás la princesa del cuento y vivirás una velada especial. Habrá
velas en todas las mesas. La música del mar con su relajante melodía. Las luces
del anochecer en el marco del horizonte acompañarán tu mirada de ojos verdes.
Tendrás besos, caricias y mimos. Un “te
quiero” y una cajita de terciopelo azul que dentro guarda todo mi amor.
Negarás con la cabeza, llorarás como una tonta y no podrás quitar las manos de
tu cara. Y con el postre, la magia de la noche acudirá a nosotros y nos
convertirá en eternos amantes. Como siempre. Desde siempre. Para siempre.
Con las primeras estrellas de la
primavera, las brumas de dos espíritus
enamorados se sientan a la mesa desde tiempo inmemorial. Nadie les molesta,
nadie los observa. Y las canciones que hablan de su trágico final solo son
escuchadas por aquellos que creen en el amor después de la muerte.