Allí
estaba Alicia con su traje de bailarina, delante de sus muñecos danzando de un
lado a otro. Se movía como un ángel. Su profesora decía que tenía un talento
innato. Era feliz, aunque se sentía un poco triste porque su padre no aprobaba
que ella fuera bailarina. Carlos era muy protector. Al nacer tuvo problemas
motrices y tenía miedo que en una pirueta pudiera caerse y romperse la crisma.
- Déjala. Tiene 6 años y es la primera vez que tiene un sueño - contestaba siempre María, su madre.
Hoy María se siente culpable por no haber hecho caso a su marido. Si ella no hubiera insistido tanto en que Alicia fuera bailarina, ahora no estarían llorando frente a su tumba.
- Déjala. Tiene 6 años y es la primera vez que tiene un sueño - contestaba siempre María, su madre.
Hoy María se siente culpable por no haber hecho caso a su marido. Si ella no hubiera insistido tanto en que Alicia fuera bailarina, ahora no estarían llorando frente a su tumba.