Los pasos resonaban como
trallazos fuera de la habitación, en aquel pasillo brillante, mas no movió ni
un músculo de su cuerpo. Escuchó sin prestar atención una voz que se imponía a
los taconazos,exasperada, mientras otra le contestaba apaciguadora. Dean cerró
los ojos por un instante y esperó. Intuía en qué terminaría todo.
—...Señor, permítame decirle que
no hemos podido avanzar nada. Se limita a escribir párrafos inconexos, sin
sentido alguno.
—¡Es mi mejor agente de campo,monseur
ingénieur!. No puede decirme que se comunica con un simple cuaderno y una
pluma... Papel y tinta, ¡por dios! Podría decir que él piensa en binario, y
¿usted me dice que ha perdido toda su capacidad operativa en el panel de
control?