Querido Luci; acabo de recibir tu
misiva (debería decir mail, aunque es menos elegante), pero ya me conoces,
tengo predilección con mi arcaico lenguaje... ¡Ah!, qué detalle incluir una
imagen a la que llamas "selfie", también. Uno de mis secretarios me
ha dicho que significa un autorretrato. ¡Acabáramos!... mas debo decirte que no
sales nada favorecido, ¿ya te has cansado de tu melena dorada y tus ojos flamígeros?...
No me hagas caso, ya sabes que soy tradicional con estas cosas. Tú dirías que
tengo poca imaginación, pero te aseguro que no es así (además lo dices para
picarme, que ya nos conocemos).
No hacía falta que me recordaras
tu fecha de aniversario, aunque tengo que reconocer que, al recibir tus
noticias, he decidido cambiar el regalo previsto por otro. Creo que le vas a
sacar mejor rendimiento y, sinceramente, quizás al tomar la fotografía un poco
más lejos resultes un poco menos repulsivo (en serio, cambia de forma pronto).
Espero que te guste “el palo
para autorretratos” que te envío (desconozco otra
nomenclatura para tal artilugio), aunque no puedo dejar de comentarte que es
rosa, porque no quedaban de otro color, y tal vez no se te vea tan terrorífico
al usarlo, pero como eres daltónico, si no te lo digo ni te ibas a dar cuenta.
¡Feliz cumpleaños, Lucifer! (si
prefieres mejor la crema antiarrugas, me lo dices, ya vamos acumulando
milenios).
Dios.