La niña observó abstraída cómo la luz aumentaba hasta
iluminar la noche, alejando momentáneamente las sombras; una noche convertida
en día durante unos instantes, y que acabaría desapareciendo poco a poco, en un
falso atardecer, mientras toneladas de material diverso se desvanecía en el
aire.
La muchacha sonrió complaciente, y miró con complicidad a su
compañera felina: