—Hay que ver qué mono está, así dormidito.
—Sí, y lo a gusto que parece
—Míralo, cómo sonríe.
—Cualquiera diría que es quien es, y el poder que reside en
su interior...
—Mmm, ahora que lo dices, ¿por qué no le despiertan? Puede
que fuera capaz de ayudarnos a resolver los problemas del mundo...
—Puede, pero si no hubiera problemas, entonces ¿qué
pintaríamos nosotros aquí?
—Es cierto, pero...
—Mira lo que pasó la última vez que despertó, como le
trataron ahí abajo.
—Aún así, no logro comprender...
—No trates de entenderlo, solo eres un ángel de bajo rango,
encargado de velar el sueño eterno de Dios.