Entró en aquella
galería por casualidad. Cuando vio el primer cuadro no pudo creer lo que estaba
viendo. Fue mirando uno a uno los cuadros sin entender muy bien que significaba
aquello. De pronto se acercó un chico por detrás.
- Perdone señorita,
soy Javier. Mi padre pintó todos estos cuadros hace 20 años y al verla a usted
no he podido evitar acercarme.
- ¿Cómo es posible
esto?
- No lo sé señorita.
Mi padre sOlo nos dijo que pintaba a la mujer de sus sueños...
.