sábado, 22 de marzo de 2014
¡CORRED!
Las sirenas del museo invadieron el silencio de la tarde. Parecían los gritos de las alarmas antibombardeos de antiguas guerras aún no olvidadas.
_¡Corre, estúpida! ¿Qué has hecho? ¡Estás loca perdida!
Mientras corrían por los atestados pasillos empujando a turistas anonadados, él le increpaba su acción.
Solo al salir al jardín y refugiarse en el interior de un contenedor de basura, a la espera de que se calmaran las cosas, ella habló con respiración entrecortada:
_Hermanito, lo siento. Era para mi colección de recortables. Solo me faltaba una negrita y esta es tan mona......
Su hermano, desesperado, solo supo sonreír en la oscuridad con olor a mierda y le asestó un pescozón.
Permanecieron ocultos un día y una noche. Mientras, en el museo buscaban en las cámaras de seguridad el rostro del odioso personaje que había mutilado uno de los cuadros más famosos y visitados de la sala....